Más de dos toneladas de explosivos ilegales que representaban un riesgo para la seguridad ciudadana fueron destruidas bajo estricto control estatal, tras ser incautadas en Lima y Callao durante diversas operaciones de control. La intervención estuvo a cargo de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil ( Sucamec ) .
El lote destruido incluyó dinamita, detonadores y nitrato de amonio, materiales utilizados en delitos como extorsiones y minería ilegal. Estos explosivos, por su alto poder destructivo, representaban una amenaza permanente para la población y el orden público.
La disposición final se realizó en coordinación con el Ejército Peruano y organizaciones internacionales especializadas en la eliminaci