En su última reunión de política monetaria, la junta directiva del Banco de la República decidió mantener su tasa de intervención en 9,25%. Esta postura cautelosa, que contó con cuatro votos a favor, responde a los riesgos identificados sobre la convergencia de la inflación a la meta.
(Lea más: Choque por cifras de mortalidad de las enfermedades huérfanas)
Pero, ¿por qué los tipos de interés se mantienen altos, si el costo de vida ha venido en descenso?
El Emisor utiliza la tasa de intervención como una herramienta para acercar a este indicador al rango objetivo, que actualmente se proyecta en el 3%. Esto se hace con miras a controlar los precios y alinear las expectativas.
Este esfuerzo se mide con la tasa de interés real, que tiene en cuenta la inflación observada o la esperada.