El PSOE ha pretendido convencer a la opinión pública de que el reparto de billetes ensobrados es algo común en nuestro país, que es práctica corriente en todas las empresas y que, por encima de todo, es legal. Si no fuera porque esas operaciones en metálico han sido objeto de una regulación y persecución por el Gobierno, hubiera resultado menos deshonesto. Hoy adelantamos que Colombia y Perú son los países que se encuentran en el foco de la UCO por la «caja B» de Koldo y Ábalos. La «caja B» es la pista que aturde y puede complicar el horizonte del sanchismo, incluso de quien se tiene por intocable. Las pesquisas progresan y los nervios son indisimulables, especialmente con un interrogante llamado Santos Cerdán. La noria de dinero opaco ha sido una constante en Ferraz. Si parece un pato, na
PSOE, una cuestión de tiempo

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