Opinión / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)

Y al final, llegó el año 2000 y el mundo siguió andando como si nada. No hubo apocalipsis, no se enloquecieron las computadoras ni los cajeros automáticos. En Argentina, obviamente, nada puede seguir igual de un siglo para el otro, de un año al siguiente, ni siquiera de hoy para mañana. El 2000 fue un año convulsionado. De la Rúa transitaba sus primeros meses de gobierno aferrándose al uno a uno que había heredado de Menem, aunque la recesión no se revertía, la desocupación seguía en aumento y el descontento social se incrementaba.

En octubre estallaba el escándalo de las banelcos en el Senado. Coimas a senadores para que aprobasen la ley de reforma laboral. Situación que derivó en la renuncia del vicepresidente Ca

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