Entre el 9 y el 10 de septiembre, se avistaron 19 drones entrando en el espacio aéreo polaco. Se activó inmediatamente una respuesta de defensa aérea liderada por la Otán, con F-16 polacos y F-35 holandeses despegando en una misión de alerta de reacción rápida. Varios de los drones fueron derribados, mientras que al menos otros ocho se estrellaron en territorio polaco. Pero otro dron penetró hasta 260 km en Polonia, más allá de la capital, Varsovia, lo que obligó al cierre temporal de cuatro aeropuertos.

Un incidente aún más grave se produjo el 13 de septiembre, cuando dos cazas rusos violaron el espacio aéreo de Estonia durante más de 10 minutos. Los aviones volaron en paralelo a la frontera, penetrando menos de 10 km en territorio estonio antes de ser escoltados de vuelta por cazas de l

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