El acoso escolar o bullying ya no ocurre, como antaño, sólo en el patio . A veces empieza con una burla , con una imagen subida de tono compartidas sin permiso en redes sociales, con una retahíla de mensajes que se multiplican en silencio. El fenómeno ha cambiado de forma. Donde antes había insultos y empujones, ahora proliferan cuentas falsas, pantallazos y chantajes digitales. Las redes sociales son, en este sentido, un caldo de cultivo . “Antes, el acoso se quedaba en lo presencial, a la salida del colegio”, explica el responsable del sector educativo de CSIF Málaga, Francisco González. Un ejemplo reciente es el de una chica "que fue extorsionada con imágenes suyas que habían cogido de su móvil".

Un protocolo "claro, eficiente y ligero de burocracia"

Y, en este escen

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