Hansi Flick vive una temporada de alta tensión. El técnico alemán ha dejado de ser ese entrenador apacible, de sonrisa permanente, y ha pasado a ser un técnico mucho más vehemente, que no duda en levantar el tono y que incluso es capaz de perder los nervios como le ocurriera este sábado frente al Girona en el Lluis Companys. Es una nueva versión de sí mismo, una más pasional y que ya ha dejado varios rifi rafes en apenas nueve jornadas.

Y es que llueve sobre mojado con Flick, que ha decidido no pasar ni una este curso. Su primera salida por la tangente fue el día del partido del Barça en Vallecas. En ese encuentro, los azulgranas disputaron un partido gris en el que no pudieron pasar del empate y el técnico alemán no se andó con medias tintas en la rueda de prensa y dio un toque de atenci

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