Pedro Morales
En tiempos en que la niebla de los retos virales oscurece la conciencia de los jóvenes y erosiona los cimientos de la familia, el Padrenuestro resplandece como un compendio de sabiduría espiritual y camino de ascenso interior. No es sólo una oración repetida por tradición, sino una arquitectura divina para la plenitud humana y la defensa contra las fuerzas desintegradoras del mundo moderno.
Cada línea del Padrenuestro es un peldaño hacia la libertad: invita a descubrirnos hijos, no esclavos del miedo ni mendigos de validación virtual. “Padre nuestro que estás en los cielos” recuerda la identidad filial y la pertenencia a una familia espiritual. El alma humana, desorientada por la fragmentación del yo digital, halla refugio en la certeza de un Padre cercano, fuente de amor y