Los españoles, de media, no nos sacrificamos. Es una realidad. Triste, pero realidad . Se ve en muchas estadísticas económicas, políticas y sociales. El sacrificio se suele comprobar en las decisiones que tienen que ver con el largo plazo o, mejor dicho, que valoran más el largo plazo que el corto. Las recompensas a largo plaza son menores en cantidad a las recompensas a corto plazo, pero son de mejor calidad. Siempre. Y aunque sea una verdad inamovible, la gente sigue prefiriendo oír cantos de sirenas, aunque les lleve directos al fondo de mar, que darle la razón a Casandra.
En este 2025 hay una variable que muestra cómo estamos cayendo en errores de antaño (en los de la crisis del 2008) y sin embargo a nadie parece importarle. Me estoy refiriendo a los créditos de consumo y su increme