Sao Paulo.- Carlos Costa jamás olvidaría el día de verano que su abuela lo llevó al cine. Tenía 6 años cuando entró por primera vez a una sala oscura para ver “O Trapalhão nas Minas do Rei Salomão”, una comedia brasileña de 1977 que sigue siendo uno de los éxitos de taquilla más grandes del país.

“Cuando vi esa pantalla gigante, ¡guau!, quedé fascinado. Pensé: algún día tendré mi propio cine”, dijo. “Cincuenta años después, ese sueño se ha hecho realidad”.

En 2022, Costa inauguró el Cine LT3, un cine de 35 butacas en São Paulo. Con sus ahorros y tarjeta de crédito, gastó unos 100 mil reales (18 mil 600 dólares) para renovar un viejo garaje, comprar butacas de madera antiguas —que encontró en un viejo cine cerrado en el campo— y transformar el espacio en una sala de cine.

La sala de proy

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