Este circuito, nacido en 2012 y creado con el fin de recuperar la F1 en esta parte del mundo, es realmente magnífico, precioso y bien pensado.
Ubicado en las afueras de Austin, con poco más de 5.500 metros de extensión y dotado de 20 curvas, es tremendamente exigente. En uno de sus extremos se eleva la torre de observación que caracteriza al trazado y que puede divisarse desde la ruta, en las afueras del predio.
La torre, de 77 metros de altura, permite una vista de 360 grados desde la cual se puede apreciar cada punto del circuito sin perder de vista ningún sector de este hermoso dibujo.
Aquí se realizan todo tipo de eventos. Los automovilísticos, ni hablar: MotoGP, WEC, Nascar estadounidense, Indy y otros. Pero, para regocijo de los texanos, los conciertos internacionales tampoco falt