Débora recomienda invertir en buenas vendas de compresión para quienes padecen linfedema, ya que algunas muy baratas pueden dañar más el brazo. Foto: Especial
Dos mastectomías radicales, 16 quimioterapias, 17 vacunas inteligentes y 55 radioterapias. Así resume Débora Montesinos su tratamiento contra el cáncer de mama, al que tuvo que enfrentarse en dos ocasiones, vivencias que, en lugar de malas, considera enriquecedoras.
Sí entendí que esas experiencias, que son poco gratas, también son muy ricas. Cuando tú sabes que el cáncer está asociado a la muerte, por ejemplo, entonces, valoras más la vida que tienes. Y cada día que despiertas —no es una frase hecha— es de dar gracias, porque es un regalo”, cuenta a Excélsior.
El 15 de septiembre de 2011, Débora entró a quirófano por un supuesto