Tras algunas temporadas de diversidad corporal, la moda parece haber regresado a sus viejas costumbres: la delgadez vuelve a reinar en las pasarelas, borrando de un plumazo la posible apertura del sector a todos los tipos de morfología.

“Hay que decirlo cuando la moda se equivoca y establece una norma que tendría que abandonar”, estimó la periodista francesa de moda Sophie Fontanel en Instagram a principios de octubre, felicitándose por ver una modelo con curvas desfilar para Givenchy en la última Semana de la Moda de París.

Una silueta que es más bien excepcional. De los 9.038 conjuntos de las colecciones primavera-verano 2026 presentados en Nueva York, Londres, Milán y París el mes pasado, 97,1% correspondieron a tallas entre la 32 y la 36, según datos de Vogue Business.

“Existe un po

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