El municipio de Quimbaya, en el corazón del Quindío, se alista para volver a encender su magia con uno de los eventos más emblemáticos del Eje Cafetero: el Festival de Velas y Faroles, una tradición que cada diciembre ilumina calles, plazas y balcones con cientos de luces artesanales, símbolo de fe, unión y esperanza.
Este festival, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial del Departamento del Quindío, busca recuperar el esplendor que lo hizo famoso en todo el país, luego de varios años en los que su organización perdió fuerza. Hoy, la administración municipal trabaja para revivir su brillo y posicionarlo nuevamente como referente cultural nacional.
El alcalde Juan Manuel Rodríguez anunció que este año el reto será aún mayor: “El año pasado tuvimos 250 cuadras iluminadas, pasamos de