Haga lo que haga es cuestionado, ridiculizado y difamado, porque los pijoprogres no pueden soportar sus éxitos. Hay que matizar que denominar izquierdistas a los demócratas, dirigidos por multimillonarios, es un insulto a la inteligencia. Las polémicas medidas económicas de Trump buscan favorecer a las clases populares estadounidenses que se han visto perjudicadas por las políticas de presidentes sobrevalorados como Obama o Biden. Es cierto que los demócratas gozan de buena prensa, porque una amplia mayoría de los medios de comunicación les apoyan y, como sucede en el Viejo Continente, los periodistas son mayoritariamente progresistas. Hay que partir de la base que queda mejor definirse de esta forma, aunque gocen de buenos patrimonios y cuentas corrientes abultadas. El absurdo en Europa l
Trump y el rencor de la izquierda

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