Redacción.- Max Verstappen volvió a demostrar por qué es el gran depredador de la Fórmula 1.

El neerlandés firmó un fin de semana perfecto en el Gran Premio de Estados Unidos, conquistando su séptimo Gran Chelem —pole, victoria y vuelta rápida— y alcanzando su triunfo número 68 en la máxima categoría.

El Circuito de las Américas fue testigo del dominio absoluto del piloto de Red Bull, que lideró de principio a fin y selló una actuación impecable. Verstappen había ganado ya la Sprint Race y defendió con autoridad su pole position, sin dejar opción a sus rivales.

Con este resultado, se coloca a 40 puntos del líder del campeonato, Oscar Piastri, encendiendo la pelea por el título mundial.

Ferrari y McLaren, duelo sin freno

Detrás del campeón, la batalla más intensa se vivió entre Charles

See Full Page