Ciudad de México, 19 oct (EFE).- La última batalla de los defensores del agua en el sur de la Ciudad de México es lograr la expropiación de un pozo concesionado al estadio Azteca, que albergará en junio próximo la inauguración de la Copa del Mundo de fútbol 2026, para así recuperar el líquido que escasea en sus hogares y detener la gentrificación que se avecina en la zona.
Desde hace más de una década, familias del pueblo originario de Santa Úrsula y 17 colonias (barrios) de la alcaldía de Coyoacán luchan por garantizar el suministro de agua en sus casas, una lucha que recientemente se enfoca en exigir al Gobierno que retire la concesión agrícola otorgada al estadio de fútbol para extraer anualmente 450 millones de metros cúbicos (m3) de aguas subterráneas.
Los vecinos, organizados a tra