El río Nanay, fuente vital de agua para más de medio millón de habitantes de Iquitos (Loreto), se ha convertido en el nuevo epicentro de la minería ilegal en la Amazonía peruana, impulsada por la alta cotización del oro.
Un sobrevuelo reciente documentó más de cuarenta dragas operando ilegalmente en la ribera, removiendo el lecho del río y dejando contaminación, lo que amenaza la biodiversidad, la salud pública y el futuro de las comunidades que dependen de sus aguas cristalinas.
Un informe de “Punto Final” , da cuenta que la “fiebre del oro”, intensificada desde la pandemia, ha provocado que el Nanay, afluente del Amazonas, pase de ser un río limpio a una zona de desastre ambiental. El oro se cotiza a 380 soles el gramo, un precio que alimenta una cadena criminal sofisticada y alta