El informe de la Fundación Neuroderechos ya lo advierte: el riesgo de utilizar neurotecnologías para nuestra privacidad hoy es alto. Esta organización internacional, presidida por el neurobiólogo español de la Columbia University de Nueva York, Rafael Yuste, busca proteger al ciudadano de violaciones de sus derechos de privacidad, de libertad de pensamiento e intimidad.
El investigador prospectivista Rafael Martínez-Cortiña, junto a Adolfo Castilla, ha dado un paso más allá publicando Neuroderechos en la era de las neurotecnologías: los nuevos derechos humanos del siglo XXI, que presentó el pasado 26 de septiembre en Madrid. Una guía para proteger nuestra soberanía mental en un mundo donde la inteligencia artificial y los interfaces cerebro-máquina empiezan a rozar nuestro territorio psic