La franqueza es un culto. Algunas veces se valora, otras no. De repente se vuelve, con las costumbres que hoy imperan, en contra. En 45 años siguiendo autos de carrera y a quienes los conducen no me me resulta familiar escuchar expresiones como “No encuentro el ritmo”, “No me siento bien arriba del auto”, “No es un buen fin de semana” (cuando aún resta la mitad del mismo), “No estoy cómodo”, “El problema soy yo”, “No encuentro el equilibrio..”
Estas reflexiones son más bien razonamientos que no condicen con la verdadera función y responsabilidad de un profesional de este tan exigente deporte como es la Fórmula 1. Hay que ser prudentes.
A tal punto es raro que los demás pilotos no se familiarizan con emitirlas y solo Franco Colapinto hace uso de semejante sinceridad hermanada con cierto r