En Asturias hay mujeres que saben utilizar una radial, interpretar un cuadro eléctrico, resolver una incidencia técnica o ponerse tras el volante de un autobús. Mujeres preparadas, con formación y talento, que sin embargo no están ocupando los espacios laborales para los que tienen capacidad. A pesar de los avances sociales, aún existen oficios a los que se sigue accediendo por inercia cultural, no por criterios de competencia. Industrias como la automoción, la construcción, el metal o las tecnologías de la información continúan teniendo una infrarrepresentación, que deja fuera a parte del talento disponible. Ese es el punto de partida de PIMMA 2025, un programa impulsado por FADE y el SEPEPA para acompañar a mujeres que quieren dar el paso hacia profesiones donde su presencia todaví

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