Londres, Inglaterra.- Es todo un templo de secretos de rock.

Cuando falleció David Bowie, en 2016, dejó un archivo con unos 90 mil objetos, cuidadosamente catalogados y preservados como colección de museo.

Algunos son reconocibles al instante, como los andróginos trajes que lució en el escenario.

También hay fotos íntimas que muestran a Bowie maquillándose para convertirse en uno de sus muchos personajes, y preciadas pertenencias de su infancia, incluyendo un retrato enmarcado de Little Richard, uno de sus ídolos.

En conjunto, estos objetos nos sumergen en la esencia de un artista cuya creatividad surgió tanto del trabajo duro, la experimentación incansable y la colaboración como de su talento puro.

Victoria Broackes, parte de la curaduría, afirmó que la colección mostraba a un Bowi

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