Por QueensLatino. —

Cada mañana, antes de salir rumbo a su jornada laboral, Bryan Blass se viste como si fuera a una oficina. Lo hace no por moda, sino por precaución. “Si me ven vestido de trabajador de la construcción sería un blanco perfecto para los agentes de inmigración”, dijo Blass.

Su testimonio refleja una realidad silenciosa que enfrentan miles de trabajadores inmigrantes que, día tras día, levantan o reparan los edificios de la ciudad mientras lidian con el miedo y la incertidumbre.

“Las personas que trabajamos en la construcción somos fáciles de identificar en la calle por la ropa que usamos”, dijo Blass, quien llegó a Estados Unidos hace cuatro años. Recuerda con claridad su primer día en el país: “Llegué un viernes y al día siguiente comencé a trabajar como ayudante de

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