En un estadio colmado y teñido de rojo y blanco, Estudiantes de La Plata volvió a dejar en claro quién manda en la ciudad de las diagonales.El Pincha superó con autoridad a Gimnasia y Esgrima en una nueva edición del Clásico Platense, reafirmando su hegemonía futbolística y emocional ante el eterno rival. El partido estuvo cargado de simbolismo. Era 19 de octubre, fecha imposible de olvidar para los hinchas albirrojos: aquel mismo día, pero en 2006, se escribía la página dorada del 7 a 0 en el Estadio Único. Hoy, casi dos décadas después, la historia pareció volver a guiñarles el ojo a los leones. El equipo de Eduardo Domínguez salió decidido desde el primer minuto. Dominó el trámite, impuso su jerarquía y volvió a demostrar que en La Plata, el fútbol tiene un solo dueño. El León rugió con
Estudiantes volvió a demostrar que es el dueño...

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