- Advertisement -

POR: VICENTE ANTONIO ZEBALLOS SALINAS

Nuestro país padece de una crónica inestabilidad, en que la ciudadanía cada día se distancia más de nuestra incipiente institucionalidad, y un manifiesto rechazo a nuestra clase política no hace más que profundizar esa brecha. Estos últimos días sintetizan nuestro devenir: movilizaciones masivas —en Lima y el interior del país—, el dardo de “caviarización” a quienes tengan el atrevimiento de expresar un punto de vista diferente, la incapacidad de leer la grave ausencia de legitimidad de quienes nos gobiernan, una presidencia frágil, un parlamento consecuente con sus propios intereses y la chatura de su visión política agravan nuestra crisis política.

Ya inmersos en un proceso electoral que significará cambios en nuestra estructura

See Full Page