Jonah Hill irrumpió con fuerza en la gran pantalla en 2007, cuando, a los 23 años, protagonizó la exitosa comedia Súpersalidos . Desde ese momento, el actor estadounidense fue identificado tanto por su talento cómico como por su físico, caracterizado por un sobrepeso que influiría de manera determinante en su carrera y en la percepción que el público y los medios tenían de él.

La imagen de adolescencia desenfadada e inocente quedó ligada a una silueta corpulenta, lo que generó una tendencia a encasillarlo en determinados papeles. La industria del cine , ávida de etiquetas y perfiles claros, lo veía fácilmente como “ el chico gracioso con sobrepeso ”, dificultando la posibilidad de explorar otros registros actorales. Es más, en su momento más popular, el intérprete de El lobo de

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