Hace una semana, el calendario fallero vivió uno de sus momentos más importantes con la celebración de La Telefonada , el nombre que se ha quedado como coloquial para el nombramiento de las Falleras Mayores de València. Un ritual consolidado con una nueva fórmula: las candidatas optan ya mayoritariamente no por una espera familiar, sino acompañados de más seres queridos y no en la quietud del domicilio, sino del casal .

Esos momentos se afrontan de diferente forma. Las hay que lo hacen con total tranquilidad, convencidas de que la elección no va con ellas. Otras son un manojo de nervios porque se saben candidatas. No menos clásico ya es el contemplar el vídeo de la llamada. El de la ganadora. Las reacciones son de todo tipo y reflejan en buena medida el estado de ánimo de la candida

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