Es un tópico decir que fue un robo de película, pero en este caso se ajusta perfectamente a la afirmación. El golpe que ha conseguido sustraer las joyas de la Corona francesa del Museo del Louvre ha provocado una oleada de indignación en el mundo del arte y la cultura. Entre los objetos robados se encontraban valiosas piezas que pertenecieron a la emperatriz Eugenia, expuestas en la galería Apolo del museo.

El fundador de Art Recovery International, Christopher Marinello, experto en recuperación de obras de arte robadas, ha advertido que las joyas “nunca volverán a verse intactas” y que los autores del robo podrían estar ya desmantelando las piezas para vender las gemas por separado en el mercado negro.

“No pueden simplemente llevarlas a Sotheby’s o Christie’s. Las abrirán, sacarán los d

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