En el sermón de la Eucaristía dominical en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, la principal de Andes, el párroco Norberto Gallego Marín mostró su preocupación por la violencia que azota al municipio, que tiene una cifra histórica de asesinatos. Pero en medio de sus palabras lanzó un anuncio que preocupó aún más a los andinos: que se estaban quedando sin bóvedas para enterrar a los muertos en su cementerio principal.
Esta situación de inmediato alertó a los feligreses que tienen a sus familiares sepultados en las bóvedas públicas, que son administradas por la parroquia desde hace más de cinco años, y en la población en general que ve cómo la violencia va dejando cada vez más muertos en las cinco confrontaciones que están activas, principalmente en la zona rural.
El párroco manife