Los países de la Unión Europea han dado este lunes su apoyo al veto de las importaciones de gas procedente de Rusia, que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2026. Esta decisión se ha adoptado alegando la figura de la “fuerza mayor” , que permitirá la rescisión anticipada de los contratos firmados con empresas rusas. Ahora, la propuesta de reglamento inicia la fase de negociación entre el Consejo y el Parlamento Europeo, que deberá adoptar su propia posición con el fin de configurar el texto final.
El reglamento plantea una prohibición gradual y jurídicamente vinculante de las importaciones de gas ruso tanto por gasoducto como de gas natural licuado (GNL), que se aplicará plenamente a partir del 1 de enero de 2028 . El Consejo ha mantenido este plazo, lo que según fuentes