Aunque el Presidente Donald Trump presumió la paz, la violencia sigue en la Franja de Gaza.
Israel lanzó ayer su mayor ola de ataques contra Gaza desde que entró en vigor el frágil alto al fuego hace una semana y anunció la suspensión temporal de la ayuda humanitaria tras acusar a Hamas de disparar contra sus soldados, causando la muerte de dos militares, en Rafah.
Hamas negó responsabilidad y argumentó que desde hace meses perdió contacto con sus unidades en Rafah.
Tras la ofensiva, el Ejército israelí declaró que había "iniciado la aplicación renovada del alto el fuego".
Autoridades de Gaza informaron que 44 palestinos murieron ayer en el ataque, incluidos niños.
Se esperaba que la ayuda humanitaria se reanudara una vez finalizados los bombardeos, según un funcionario israelí.
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