La Secretaría de Economía de México está trabajando para consolidar una postura nacional unificada de cara a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), programada para 2026. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, destacó que el objetivo es llegar a las negociaciones con una estrategia “lo más cohesionada posible” que refleje las prioridades de todos los sectores productivos del país.

Ebrard, en un comunicado emitido este domingo, explicó que, siguiendo las instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, se están llevando a cabo consultas con empresarios, trabajadores y representantes estatales. Estas consultas buscan recoger opiniones y definir una postura nacional amplia. En la última semana, la Secretaría de Economía organizó nueve mesas de trabajo sectoriales con representantes de diversas industrias, incluyendo tecnología, servicios profesionales, agroindustria, vehículos ligeros, metalmecánica, economía circular, aeroespacial, calzado, textil, cemento, vidrio y cerámica.

Además, se realizaron ocho mesas estatales en entidades como Coahuila, Oaxaca, Aguascalientes, Sonora, Tabasco, Hidalgo, Michoacán y Tamaulipas. Ebrard subrayó que se están recogiendo las opiniones y preocupaciones de los sectores productivos en los 32 estados del país, trabajando con 30 sectores de la economía y, por primera vez, consultando también al sector obrero.

El secretario de Economía recordó que la revisión del T-MEC se lleva a cabo de manera coordinada con Estados Unidos y Canadá, con el fin de mitigar el impacto de los aranceles unilaterales impuestos por Washington en el contexto de la actual guerra comercial global. El T-MEC, que entró en vigor el 1 de julio de 2020, reemplazó al antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y busca reforzar la integración económica regional, proteger la competitividad de las industrias nacionales y mejorar las condiciones laborales.

Durante las mesas de trabajo, se han discutido temas clave para la próxima revisión del tratado, como la revisión de aranceles, el fortalecimiento de cadenas de suministro, y las reglas laborales y ambientales. También se están considerando aspectos relacionados con la economía digital y la transición energética. Ebrard enfatizó que estas discusiones son fundamentales para definir una hoja de ruta nacional que guíe el proceso de revisión del acuerdo comercial.

El T-MEC, firmado en 2018 durante el primer mandato del presidente estadounidense Donald Trump, introdujo cambios significativos en áreas como el comercio laboral, automotriz y agrícola. La primera revisión integral del tratado está programada para 2026, en un contexto internacional marcado por tensiones comerciales y medidas proteccionistas. Ebrard ha señalado que el objetivo del Gobierno mexicano es evitar rupturas o renegociaciones fragmentadas, estableciendo un proceso de revisión “ordenado y conjunto” con sus socios comerciales.