Cada vez que ocurre un siniestro de estas características, especialmente cuando se trata de alimento, la reacción es la misma.
Tras el vuelco del camión cargado con cerdos, la gente comenzó a llegar al lugar donde había apenas tres policías que nada pudieron hacer. A veces la carga está asegurada y se permite el acarreo, en otras, en otras no, pero cualquier intento por detener a la masa, resulta imposible.
Lo que resulta lamentable es que se trate de hambre. O simplemente de una cuestión casi bárbara en la que se ven conductas que roza lo primitivo por la desesperación que se actúa, incluso cuando se trata de animales, sin importar la especie.
Puede utilizarse como justificativo que ante lo inevitable e irremediable, se aprovecha buscando un mínimo beneficio dado lo ocurrido.
Una vez