Cartas al director
Soy un usuario de la línea 3 de cercanías de Renfe y cuando me enteré de la transferencia de este servicio al Gobierno Vasco, me alegré como tantas otras personas que hacemos uso de estos trenes esperando mejorías. Por fin iban a poder solucionar los sempiternos retrasos y anulaciones, se podría aumentar la frecuencia de trenes, y los mayores podríamos hacer uso de la tarjeta roja.
Ha pasado ya bastante tiempo desde el uno de enero y, los retrasos siguen en su línea habitual; la frecuencia de trenes no solo es que no haya aumentado, sino que ha disminuido; y el posible uso de la tarjeta roja sigue en el limbo.
Ante esto cabe preguntarse ¿a quién ha beneficiado esta tan deseada transferencia?