El futbol marroquí está viviendo su época dorada. Lo que comenzó como una grata sorpresa en el Mundial de Qatar 2022, cuando su selección mayor alcanzó un histórico cuarto lugar, se ha transformado en una auténtica revolución deportiva que hoy coloca al país africano como una de las potencias emergentes más sólidas del planeta.

Lejos de ser un destello pasajero, el éxito de aquella generación encabezada por Achraf Hakimi, Sofyan Amrabat y Yassine Bounou marcó el inicio de un proyecto integral que hoy da frutos en todas sus categorías. En apenas tres años, Marruecos ha conseguido resultados que confirman que su progreso no es casualidad, sino el reflejo de una planificación seria, moderna y ambiciosa.

En 2023, la selección Sub-23 se consagró campeona de la Copa Africana de Nacio

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