En el nuevo escenario geopolítico mundial, los países ya no compiten únicamente por petróleo o gas , sino por fuentes sostenibles capaces de alimentar la revolución tecnológica que impulsa al mundo. América Latina emergió como una región estratégica por su potencial energético, su estabilidad relativa y su abundancia de agua, litio y biodiversidad.
Estados Unidos , consciente de la creciente competencia con China por el control de estos recursos, puso su atención en dos países latinoamericanos. Ambos comparten una de las obras de ingeniería más grandes del mundo, una fuente de energía hidroeléctrica que provee electricidad limpia, independencia energética y oportunidades de inversión que podrían redefinir la relación del continente con las potencias globales.
¿Cuáles son los dos