A la espera de la resolución de su futuro, Franco Colapinto se las ingenió para robarse el protagonismo en la Fórmula 1. Fue por una decisión que tomó sobre el final del Gran Premio de Estados Unidos que despertó elogios y polémica por partes iguales. Una maniobra de la que se hablará por largo rato, al menos hasta que los motores vuelvan a rugir el próximo fin de semana en el circuito Hermanos Rodríguez en Ciudad de México.
Es que el piloto argentino desobedeció abiertamente una orden que le había bajado Alpine desde el pitwall en una comunicación por radio con su ingeniero de pista, Stuart Barlow, que se escuchó en vivo y en directo durante la transmisión oficial. Decidió en forma unilateral a su compañero, el francés Pierre Gasly. Le costó un tirón de orejas de sus jefes , pero tam