Yo cobraba mi nómina y tenía el dinero en el Banco Exterior de España (BEX), porque me gustaba el nombre. Lo encontraba confortable, prometedor. Exterior de España. Estupendo. Pero en 1991 mi banco desapareció absorbido por Argentaria, y luego, en 1999, el Banco de Bilbao (BB), que ya se había comido al Vizcaya convirtiéndose en BBV, se zampó también a Argentaria, con lo que de la noche a mañana y sin comerlo ni beberlo, me encontré siendo cliente del BBVA. Cliente forzoso, porque tal es el destino del cliente bancario. Joderse. Sinceramente, todo esto me trajo sin cuidado, aunque aún echo de menos al banco exterior. Eran mucho más simpáticos.
En fin, a lo que vamos. El BBVA no paró quieto, y después de año y medio persiguiendo al Banco de Sabadell igual que el coyote al correcaminos, per