
Bruselas quiere poner en marcha la misma cultura de inversión que existe en Wall Street , con nuevas cuentas de jubilación con incentivos fiscales. La Comisión Europea ha dado luz verde a finales de septiembre a cuentas de ahorro e inversiones (SIA, o Savings and Investment Account en inglés) para su uso en la Unión Europea. Estas cuentas se caracterizan por sus ventajas fiscales, como la relajación de impuestos que emulan a las cuentas IRA ( Individual Retirement Accounts , en inglés), productos populares en Estados Unidos. Todo esto se enmarca mientras el Ejecutivo europeo busca impulsar la inversión en el Viejo Continente y también, para poner freno a la sangría de pensiones.
El Ejecutivo europeo buscará seducir a los pequeños inversores del continente tras ofrecer nuevas ventajas fiscales para captar más capital en Europa, entre ellos, deducciones para facilitar la apertura de estas cuentas de ahorro, además de un sistema que sólo aplicará impuestos al cliente cuando se retiran fondos.
Sin embargo, España aún enfrenta barreras a su adopción. Aunque el modelo suena muy atractivo para impulsar el crecimiento de los 66 billones de euros en ahorro que existe dentro de la unión monetaria, la responsabilidad recae sobre cada Estado miembro de la Unión Europea. Según la propuesta de Bruselas, el Ejecutivo «anima a los Estados miembros a colaborar entre sí para evitar el riesgo de la doble imposición de impuestos».
«Tenemos que tener los pies en el suelo en un país donde no hemos presentado presupuestos», ha explicado José Manuel Ortiz , presidente del Comité de Acreditación y Certificación EFPA España. «Sin embargo soy optimista y percibo una gran voluntad en España». El próximo paso será la creación de un grupo de trabajo por parte del vigilante de los mercados, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), para evaluar si las entidades bancarias podrán comercializar el producto en el país.