Las condiciones territoriales de Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra siguen siendo maximalistas porque Moscú reclama el control total de las cuatro regiones ucranianas que se anexionó unilateralmente en septiembre de 2022 (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón), además de Crimea, incorporada a la Federación Rusa en 2014. Al otro lado del frente, Kiev exige la retirada completa del ejército ruso de su territorio y la recuperación de sus fronteras anteriores a 2014. La fractura es abismal y sus posturas parecen irreconciliables.
Sin embargo, en los últimos días Donald Trump ha vislumbrado un resquicio para el acuerdo y pretende exprimirlo al máximo en una próxima cumbre en Budapest, en la que espera sentar a Vladimir Putin y Volodimir Zelenski en una mesa de negociación.
Ese resquici