Los mensajes interceptados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil durante la investigación del ‘caso Koldo’ revelan un episodio tan sorprendente como significativo: José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García Izaguirre se burlaban abiertamente de los discursos de Pedro Sánchez sobre su supuesta «ejemplaridad» y «tolerancia cero con la corrupción» mientras ellos mismos eran objeto de investigación por el presunto cobro de comisiones ilegales y manejo de dinero opaco.

Según ha podido confirmar Libertad Digital , las comunicaciones, incluidas en el sumario, muestran un ambiente de absoluto desprecio hacia los mensajes de regeneración moral del presidente del Gobierno , al tiempo que ambos dirigentes mantenían vínculos con una red de adjudicaciones amañadas y supuestos pagos en metálico procedentes del PSOE.

Sánchez destituyó a Ábalos en plena investigación de la UCO

El 12 de julio de 2021 , Pedro Sánchez destituyó de manera fulminante a su entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos , sin ofrecer una explicación convincente. La decisión, que en su momento fue presentada como una «renovación del Ejecutivo», coincidió con los primeros movimientos de la UCO , que ya investigaba a Koldo García y a varios colaboradores del ministerio por supuestas mordidas y cobros irregulares.

Fuentes cercanas a la investigación sostienen que Sánchez fue advertido de que existía un «topo» dentro de la Guardia Civil que filtraba información a la trama para que pudieran anticiparse a los registros y movimientos judiciales . Poco después de esa revelación, el presidente decidió apartar a Ábalos del Gobierno.

Un mensaje con sorna: “Nosotros gobernamos con ejemplaridad”

El 4 de septiembre de 2021, apenas dos meses después de su destitución, Koldo García envió un mensaje a Ábalos con el enlace a un tuit del PSOE que recogía palabras de Pedro Sánchez en un mitin:

«Cuando gobierna la derecha las recuperaciones son lentas y con corrupción. Cuando gobernamos nosotros las recuperaciones son rápidas, son justas y gestionamos los servicios públicos con ejemplaridad, que es lo que España necesita».

Koldo acompañó el mensaje con un tono irónico, sabedor de que tanto él como su jefe estaban ya bajo la lupa de los investigadores . En esos mismos meses, la UCO analizaba los pagos en metálico y los movimientos bancarios de ambos, mientras el PSOE lanzaba campañas públicas de transparencia y ética política.

Según las fuentes consultadas, este intercambio de mensajes fue interpretado por los agentes como una burla explícita hacia el discurso oficial del Gobierno , que presumía de integridad mientras su estructura económica era objeto de una investigación judicial por pagos sin respaldo documental y posible financiación irregular .

Sánchez y la trama: chivatazos, pactos y silencios

Los informes de la UCO, que ya habían implicado a Santos Cerdán , número tres del PSOE, describen un entramado de comunicaciones y filtraciones que habría llegado hasta el propio entorno de La Moncloa .

En un documento de diciembre de 2023, la Guardia Civil recogió una conversación entre Cerdán y Koldo en la que el secretario de Organización admitía haber sido «avisado de que la Guardia Civil le estaba investigando» , confirmando así la existencia de filtraciones desde dentro del Estado .

La misma conversación refleja que Koldo contactó con dos figuras clave del Gobierno, Óscar López y Antonio Hernando , con el objetivo de hacer llegar un mensaje al propio presidente Sánchez. En esa charla, registrada por los investigadores, Koldo asegura:

«Yo estuve… con quien estuvo hablando con el Presidente… Le mandé el recado con un par de personas. Llegó a Óscar López, Antonio Hernando… Hablé con José Luis y con Mar».

Más adelante, el exasesor confiesa a Cerdán que Sánchez habría dicho de él:

«El Presidente dijo que yo era un corrupto y que me quería muerto».

La doble moral del Gobierno

Estas revelaciones añaden un nuevo elemento de hipocresía y contradicción al discurso de Pedro Sánchez, que durante los años más duros de la investigación insistió públicamente en la «ejemplaridad socialista» y en la «limpieza ética» de su Ejecutivo, mientras varios de sus colaboradores más cercanos gestionaban dinero negro, cobraban sobresueldos y buscaban protección política ante las pesquisas judiciales.

El contraste entre las palabras del presidente y las conversaciones privadas de sus subordinados muestra una distancia abismal entre el relato y la realidad . Mientras Sánchez afirmaba en público que su Gobierno combatía la corrupción, su antiguo ministro y su asesor se reían de esos mensajes y comentaban en clave sarcástica los tuits del PSOE que exaltaban la «honestidad» de la gestión socialista.

Una investigación que salpica a la cúpula socialista

El caso Koldo , lejos de cerrarse, se expande cada semana con nuevos indicios que afectan al entorno económico y político del PSOE. La citación del exgerente Mariano Moreno Pavón por los pagos en metálico ha reforzado la tesis de la existencia de una “caja B” dentro del partido, mientras la Guardia Civil continúa cruzando mensajes, facturas y movimientos bancarios de la red encabezada por Ábalos y Koldo.

Las bromas privadas sobre la «ejemplaridad» de Sánchez no son ya una simple anécdota: simbolizan la descomposición moral de una cúpula socialista que, mientras predicaba limpieza y ética pública, acumulaba escándalos de corrupción, sobornos y filtraciones policiales .