El fenómeno de La Oreja de Van Gogh tras el excitante regreso de Amaia Montero ha dejado de ser una elucubración para convertirse en una confirmación rotunda, materializada en un hito comercial que subraya su estatus legendario. La locura por la reunión de la banda se ha desatado, y la nostalgia ha ejercido su trabajo con una fuerza arrolladora, eclipsando incluso la noticia de que uno de los miembros fundadores, Pablo Benegas, haya decidido dar un paso atrás en esta nueva etapa de la banda donostiarra.
El centro de la atención, y la prueba irrefutable de este fenómeno, es la venta de entradas: los seguidores han agotado rápidamente toda la taquilla para varios de los conciertos anunciados dentro del marco de la nueva gira recientemente anunciada: dos de los primeros en colgar el 'agota