A seis años de su debut en el Teatro Colón, la gran cantante letona Elīna Garanča volvió con gloria a ese escenario. Esta vez no se trató, como en aquella oportunidad, de un concierto con orquesta, sino de un recital, en el marco del ciclo Aura, con auspicio de la revista Ñ . Un programa infrecuente abarcó una pluralidad de estilos y seis idiomas diferentes ; aunque es habitual en estos recitales la alternancia de canciones de cámara con arias de ópera y otros géneros del teatro musical, los diálogos internos entre los fragmentos elegidos crearon horizontes no tan evidentes.
Acompañada por el fabuloso Malcom Martineau en el piano, Elina Garanča rompió el fuego con cuatro canciones de Johannes Brahms que mostraron diversas facetas de su creación en el campo del Lied: Liebestreu ,