POR QUÉ MUCHOS LO LAVAN (Y CUÁNDO TIENE SENTIDO HACERLO)
Durante años, lavar el arroz era una forma de eliminar impurezas o restos que podían quedar tras el envasado. Hoy los controles de calidad hacen innecesario ese gesto , pero hay otro motivo más de peso: reducir la presencia de arsénico .
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el arroz puede acumular pequeñas cantidades de arsénico inorgánico procedente del suelo y del agua. En países occidentales, donde el arroz no es la base de la alimentación, esta presencia no representa un riesgo inmediato ni motivo de preocupación, pero lavarlo -o cocerlo con abundante agua y desechar el líquido- puede ayudar a reducir esa cantidad . Es una medida sencilla especialmente recomendable para quienes consumen arroz