Algunos argumentan que los avances que se han logrado en el desarrollo de células solares de perovskita nos sitúan a las puertas de la próxima revolución de energía solar. Pero todo depende de su rendimiento en el mundo real.
En un laboratorio a las afueras de Oxford, Reino Unido, se apilan muestras de células solares fotovoltaicas (FV) a la espera de ser sometidas a diversas pruebas.
Un investigador utiliza un microscopio electrónico para escanear y analizar las células en busca de impurezas que podrían afectar su eficiencia. Otro mide la respuesta de las células a los cambios en el espectro de luz.
El laboratorio está dirigido por Oxford PV , una empresa derivada de la Universidad de Oxford, una de varias startups alrededor del mundo que trabaja en el desarrollo de lo que algunos

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