La situación sentimental de Maju Mantilla ha captado la atención mediática tras su reciente encuentro con reporteros. La conductora, visiblemente incómoda, respondió a preguntas sobre su presunta infidelidad y su separación de Gustavo Salcedo. En un momento de tensión, Mantilla reiteró: “Ya colgué un comunicado, espero que lo hayan visto la semana pasada. No tengo nada más que decir, gracias.” A pesar de la insistencia de los periodistas, Maju mantuvo su postura de no hablar sobre su vida personal. Cuando se le preguntó si había algo de lo que se arrepentía, su reacción fue clara: “¡Por favor!” Los rumores sobre su relación se intensificaron después de que Salcedo pidiera disculpas públicas, reconociendo errores y expresando que aún siente amor por Mantilla. “El amor no se va de un día para otro. Uno no decide cuándo dejar de querer o dejar de amar”, afirmó el exdeportista, dejando entrever la posibilidad de una reconciliación. Mientras tanto, Maju Mantilla se ha mostrado firme en su decisión de mantener su vida privada alejada del escrutinio público. Al ser cuestionada sobre disputas legales o acuerdos de custodia, respondió: “Todo eso queda en privado. No voy a hablar del tema, discúlpame.” El contraste entre las actitudes de ambos es notable. Mientras Salcedo busca cerrar el capítulo con disculpas y reflexiones sobre su amor, Mantilla opta por el silencio y la discreción. Su negativa a comentar sobre los rumores ha sido interpretada como un intento de proteger su intimidad en medio de la tormenta mediática. La exreina de belleza ha manejado su imagen con cautela a lo largo de los años, y su respuesta a la situación actual refuerza su estrategia de contención. En un entorno donde las emociones suelen ser explotadas, su decisión de no alimentar la polémica se convierte en su principal defensa. A medida que ambos navegan por este complicado momento, la atención del público se centra en cómo evolucionará su relación y si lograrán encontrar un camino hacia la paz familiar.