MORELIA, Mich., 21 de octubre de 2025.- Con rostros compungidos, amigos, familiares y líderes sociales despidieron a Bernardo Bravo, líder de los limoneros en Apatzingán, asesinado el pasado lunes.
El féretro del empresario arribó a la capilla del panteón Gayosso alrededor de las 13 horas, acompañado de su esposa, la magistrada Amelí Gisell Navarro Lepe y sus dos menores hijos.
La viuda estoica, no se despegó del féretro, escuchó con atención las palabras del párroco, mientras que sus hijos a ratos se aferraban a su cintura.
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