Texto: Elizabeth La Fuente, Nelfi Fernández Reyes
Sin la intromisión de los avasalladores ni la amenaza de los incendios, bandadas de cigüeñas (Mycteria americana) retornaron al área protegida Curichi Las Garzas después de un año de ausencia. Esta reserva creada hace 10 años en el municipio de San Carlos, ubicado en el norte del departamento de Santa Cruz, Bolivia, ha sido codiciada por personas que buscan convertirla en extensos cultivos de soja y arroz.
Este año, quienes han tenido la posibilidad de avistar el anidamiento de estas aves en las copas de los árboles de ochoó (Hura crepitans) han quedado maravillados por la impresionante vista. Entre ellos están Roly Mamani, Ambrosio Orellana y Román Vitrón, defensores férreos de esta reserva.
Para el biólogo Huáscar Bustillos, el regreso