Si se observan con atención los retratos de aristócratas europeos de finales de la Edad Media y sobre todo durante la Edad Moderna se descubrirá que muchos de ellos, desde Isabel I de Inglaterra a mujeres que para nosotros son desconocidas, como la retratada por Pieter Jansz a mediados el siglo XVI portan un curioso objeto redondo. En ocasiones la joya pende del cuello y descansa sobre el pecho como en el retrato de Isabel de Inglaterra, en otras ocasiones el objeto aparece en la mano de su propietaria o simplemente cuelga de cinturones sin que sea un complemento de los mismos. Este curioso objeto entre la moda y la superstición era el pomander, cuyo nombre deriva del francés «pomme d’ambre», «pomandre», manzana de ámbar haciendo referencia a su forma esférica: una especie de vasija perfor
El pomander, entre el lujo y la superstición

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