Los andaluces juzgan a sus gobernantes autonómicos por la gestión de los servicios básicos que son los encargados de administrar y, entre ellos, la calidad de la sanidad pública es el factor determinante. No es una novedad. El cambio de mayoría que se produjo en las elecciones de 2018 y que llevó a Juanma Moreno al poder estuvo impulsado por los problemas en los hospitales y los centros de salud, las listas de espera y, en general, la sensación de que se había desmantelado una parte de la estructura asistencial. Este fenómeno sociológico vuelve a ponerse de relieve ahora, con ocasión del escándalo que ha desatado los fallos denunciados en el cribado de cáncer de mama. Los resultados del barómetro que acaba de hacer público el Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Conseje
La sanidad como barómetro social de Andalucía

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